Del fuego del infierno al fuego del amor.

“La mama de Fredy pone un sofá frente a la puerta y reza sin parar el santo rosario, una y otra vez, y mientras rezaba decía: “Se salva, se salva”.
Por. José Álvaro Cardozo Salas.
La historia que les quiero contar hoy es la de Fredy Londoño, el popular loquito, un paisa del puerto más caliente sobre el rio magdalena, “Puerto Berrio Antioquia”, es la historia de un niño sin padre, que entró en el mundo de la droga, del delito y que con su experiencia de vida logró no solo tocar fondo en las penumbras del infierno en vida, sino salir de el. A Fredy le conocí en el Foyer de Charité de Cogua en el año 2001 recién salido de la maraña en la que vivía y rescatado por la poderosa intercesión de nuestra señora en la advocación de la virgen del Carmen. La vida de este hombre es todo un acontecimiento de la misericordia de Dios y de como gracias a las oraciones de su mama pudo salir de este infierno.
Debo rescatar esta historia por partes, la primera es como se envicia, como cae en el delito, seduce a la “Bella” María Cecilia Mejía Correa, con quien luego se casa y tiene a su hijo Pablo Andrés Londoño, matrimonio que perdería mas adelante al caer en estado de perdición que les describo. Un día decide acabar con su vida y se encierra en un cuarto de la casa de su mama; Eva Marulanda conocida como la bella flaca, a consumir droga hasta morir, ese era su objetivo, la mama de Fredy pone un sofá frente a la puerta y reza sin parar el santo rosario, una y otra vez, y mientras rezaba decía: “Se salva, se salva” y es así que dentro de este cuarto Fredy escucha la voz de una mujer que le dice: “Fredy, mijo; abra la puerta, salga y dígale a su mama que lo lleve a un centro de ayuda donde pueden salvarle la vida” y así este hombre empieza un largo camino de conversión, que le llevó varios años entre centros de ayuda a los drogadictos, sacerdotes que le confiesan y le dan una mano, hasta que termina como servidor en esta casa de retiros donde el padre Fernando Umaña quien terminará de pulir esta alma, que hoy va por todas partes dando su testimonio de vida; que es todo un acontecimiento y experiencia que vale la pena ver y oír.
La segunda parte de este testimonio es como logra que su esposa le visite en Zipaquirá y puedan ser amigos de nuevo, y en un segundo o tercer encuentro como La Bella solo por la gracia divina, no solo lo perdona, sino que deciden volverse a casar por la iglesia, sería el mismo padre Umaña quien renovaría nuevamente este matrimonio, la pregunta obligada que alguna vez se la hice, ¿cómo lo hiciste? ¿Como lo perdonaste? Después de tanta tragedia, abandono, a lo cual respondía, que la gracia del sacramento, y la misericordia de Dios había permitido rescatar ese matrimonio, desde entonces andaban juntos por todas partes contando su historia, el primero como Fredy llega a los extramuros del mismo infierno, como por la acción de las oraciones de su madre, la virgen maría actúa poderosamente y al final como el perdón de su esposa e hijo tocan las puertas de su vida, transformándola en un quehacer de lo que Dios ha querido siempre con nosotros, salvarnos y redimirnos.
Para Dios somos sus hijos y su amor es tan grande e incondicional que logra transformarnos en instrumentos de salvación, no solo para unos pocos, también para aquellos que de alguna forma nos hemos extraviado en el camino. La tercera parte de esta historia es algo particular, La bella muere en Corozal Sucre el 04 de septiembre de 2019 durante un testimonio de vida, un infarto fulminante se la llevo, ella quien testimoniaba el perdón y la reconciliación iba a hora camino al cielo sin su Fredy, pero segura que desde donde se encuentra le sigue acompañando y da fuerza a la misión.
Fredy ha sacado un libro donde cuenta su historia y que lleva por nombre el título de este artículo, Del fuego del infierno al fuego del amor, también pueden ver su testimonio por los canales de YouTube, sé que quedan muchas cosas y anécdotas por contar, pero el resumen es ver como Dios siempre nos espera, no importa lo pecadores que somos, él va al hombre, no al pecado, como nos logra salvar de las garras del enemigo y justifica nuestra salvación en la cruz del calvario, nosotros (me incluyo) queremos estar en las bodas de cana, pero no en el monte calvario, muchos deseamos consuelos y pocos queremos la tribulación, muchos queremos gozar con él, pero pocos quieren sufrir en su compañía, y mientras esto ocurra más difícil será nuestra vida, cuando entendamos que nos configuramos con Cristo al comulgar, también nos configuramos con la cruz, el dolor, el sacrificio, el olvido y el desprecio, así mis amigos es el camino al cielo, bello, espinado, pero cielo al fin y al cabo.