ESTA LUZ ALUMBRA EL CAMINO DE LOS JUSTOS

Lámpara y luz

Edward Andrés Díaz Reina

Tan diferentes como la luz y las tinieblas son los justos y los impíos. Los primeros tienen una luz que nunca se extingue. Los segundos poseen una lámpara, de esas que alumbran poco y se apagan lentamente.

Sobre esta distinción, el escritor de los proverbios dijo: “La luz de los justos se alegrará; más se apagará la lámpara de los impíos” (Proverbios 13:9).

La luz de los Justos es la Palabra de Dios, por eso dice la Biblia: “Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino” (Salmos 119:105). La Palabra de Dios es la luz que alumbra el camino por el que transitan los justos.

La misma escritura también dice que Jesús es la Palabra de Dios. El evangelio de Juan, al hablar de la encarnación del Mesías en el capítulo uno, dice que “el verbo de Dios” se hizo carne. Al decir verbo se refiere la palabra. Entonces Juan declara que la Palabra de Dios habitó entre nosotros en la persona de Cristo.

Cristo, por tanto, es la luz que guía el camino del justo. Es una luz potente que se aviva y se alegra en el creyente con el pasar del tiempo. Esta no se pagará nunca, porque Cristo, en la persona del Espíritu Santo, no dejará de trabajar en el corazón de su pueblo.

Cristo es la Palabra y la Luz que guía a los justos y no se apagará, como la lámpara de los impíos.

Sea lo que sea aquello que alumbra y guía el camino de los impíos, un día se extinguirá su luz, dejándolos sometidos a la crueldad de las tinieblas, donde no habrá esperanza de redención para ellos.

Mi estimado lector, ¡Que sea Cristo quien guíe y alumbre tu camino, para que su luz en ti nunca se extinga!

Edward Andrés Díaz Reina
Comunicador Social y periodista
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