María, corredentora, medianera y abogada.

“He escogido Ámsterdam como el lugar de la Señora de Todos los Pueblos. Es también el lugar del Sacramento”

Por. José Álvaro Cardozo Salas.

En la vida se corren muchos riesgos, y hoy me tomo uno que quizás les quede a ustedes algo para ahondar en el misterio de lo que representa María Santísima para nosotros sus devotos, y es que ella hermosa creatura no es solo la mama de Jesús como la llaman algunos, es algo más que un ser privilegiado, predestinado. Su ser esconde el amor puro a la voluntad de Dios Padre, la esclavitud del amor, el SI confiado a los destinos del creador. Esta es la reina del cielo de la cual la iglesia ha promulgado 4 dogmas (Maternidad divina, virginidad perpetua, inmaculada concepción y asunción a los cielos) ella representa el señorío del cielo, y encierra todo el misterio de la encarnación que cambió la humanidad y que gracias a ella tenemos al salvador.

Me meteré en el 5  y ultimo dogma (aun sin proclamar) llamado por ella corredentora, medianera y abogada, y es así como empiezo  a desmenuzar este escrito llevándolos a Ámsterdam (Holanda o llamados ahora los países bajos) allí eligió a una mujer como instrumento llamada Ida Peerdeman y escogió esta ciudad porque en 1345 hace 600 años ocurrió allí un milagro eucarístico, a un hombre moribundo se le administro la sagrada comunión y pocos momentos después la vomito, la mujer que estaba con el cuidándolo, la limpio y la echo a la hoguera de la chimenea que estaba en su cuarto, a la mañana siguiente al encender el fuego vio que la hostia flotaba en medio del fuego, la recogió y la envolvió en un pañuelo,  la puso en un cofre y mandó a llamar a un sacerdote, quien la llevó a la iglesia de San Nicolás. La virgen empieza a aparecerse a Ida desde el 13 de octubre de 1917, pero será 30 años después que se le aparece nuevamente, ¿preguntándole Ida que quien es?  La mujer, ante la pregunta de Ida, se da a conocer como la Señora, la Madre. Es la primera aparición de quien luego se revelaría como la Señora o Madre de Todos los Pueblos. En total 56 son los mensajes y pueden dividirse, casi por la mitad, a partir de la proclamación del Dogma de la Asunción de la Santísima Virgen, del 1 de noviembre de 1950, por el Papa Pío XII. Es recién a partir de entonces que la aparición se da a sí misma el título de Nuestra Señora de todos los Pueblos; anuncia el nuevo, quinto y último, dogma mariano a proclamar por la Iglesia de María Corredentora, Medianera y Abogada, y da a conocer una oración y un cuadro, ambos asociados a Nuestra Señora de Todos los Pueblos.

En el núcleo de los mensajes está el insistente llamado al amor y luego a la justicia y la verdad. Advierte a la Iglesia que la doctrina no debe ser cambiada pero que debe -la Iglesia- modificarse y despojarse. Y por, sobre todo, el mensaje recurrente es la cruz, la cruz de Cristo al centro del mundo, la necesidad de sacrificio por amor. Nada cambiará, dice, hasta que la cruz no sea puesta en el centro.

Las manifestaciones de Ámsterdam están asociadas primero al pedido de la Virgen que se proclame el dogma de María Corredentora, Medianera y Abogada; pero también lo están a la difusión de la oración dictada a la vidente, al retorno de la cruz como centro de la vida y con ella, Pueblo de María la centralidad de la Eucaristía. Esto último, resulta evidente porque ya en la segunda aparición, del 21 de abril de 1945 la Virgen le muestra a Ida la Procesión del Milagro con el Santísimo, y el 20 de marzo de 1953 le dice: “He escogido Ámsterdam como el lugar de la Señora de Todos los Pueblos. Es también el lugar del Sacramento” Así el Señor quiere venir entre vosotros, todos los días. ¡Por lo tanto aceptadlo, hacedlo! Él os da el anticipo, el anticipo de la Vida eterna”. “Esto es, pueblos, lo que la Señora, la Corredentora, Medianera y Abogada, ha querido deciros hoy.

Pareciera tirado de los cabellos, pero lo que viene manifestado el cielo es verídico, cuatro dogmas tiene la madre iglesia en referencia a la santísima virgen María, que han nutrido del especial amor que tiene Dios padre por esta creatura que supo asumir su compromiso, su SI, así que no solo tenemos una madre en el cielo y en la tierra, también poseemos la medianera de todas las gracias y una gran defensora de nuestras vidas.